Durante siglos se pensó que la verdadera inteligencia era exclusiva del ser humano. Sin embargo, las investigaciones modernas demuestran lo contrario: muchos animales, desde elefantes y delfines hasta abejas, pulpos y aves, son mucho más inteligentes de lo que se creía. Algunos recuerdan cientos de lugares donde esconden comida o incluso se llaman por su nombre. Otros resuelven problemas, reconocen su reflejo y muestran signos de creatividad.
En este artículo de Altezza Travel exploramos los animales más inteligentes del planeta y cómo sus capacidades ponen a prueba nuestra idea sobre los límites de la mente animal.
Animales más inteligentes
1. Monos
Chimpancés
Los chimpancés eligen con cuidado las herramientas para cada tarea. En 1960, la reconocida primatóloga Jane Goodall comenzó a estudiar su comportamiento en el Parque Nacional Gombe Stream, en Tanzania. Observó cómo usan ramas y hojas para extraer termitas y recoger agua, cómo comparten comida y reconocen a individuos conocidos. También pueden resolver problemas simples, como recordar dónde está escondida la comida o elegir el puñado con más golosinas.
El investigador suizo Christophe Boesch demostró más tarde que cada población de chimpancés tiene sus propias formas de usar herramientas, y que esas habilidades se transmiten de generación en generación, de manera similar a los humanos.
Orangutanes
Los orangutanes son animales muy inteligentes, capaces de planificar con antelación. Los científicos Nicholas Mulcahy y Josep Call, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, les presentaron una selección de objetos, algunos inútiles y otros que podían servir como herramientas. Más tarde, los orangutanes vieron un recipiente transparente lleno de zumo que solo podía abrirse con una de esas herramientas. Recordaron cuál habían elegido y la usaron con éxito. El tiempo entre la elección de la herramienta y la resolución de la tarea varió entre una y catorce horas. En términos científicos, esta capacidad se conoce como previsión: la habilidad de actuar en el presente con vistas a una recompensa futura.
Otro experimento demostró que los orangutanes también muestran una habilidad llamada afectiva. Cuando se les ofrecieron distintos zumos y se les pidió anticipar qué combinaciones les gustarían más, eligieron con acierto, una capacidad que antes se creía exclusiva del ser humano.
Capuchinos
Los capuchinos muestran indicios de comprender el concepto de justicia. En un experimento, se pidió a dos capuchinos realizar la misma tarea, pero uno recibió pepino como recompensa y el otro una uva. En cuanto el primero se dio cuenta de que le tocaba el premio menos valioso, empezó a protestar, rechazó la comida y dejó de cooperar. Cuando las recompensas se igualaron, volvió a trabajar con entusiasmo. Este estudio se convirtió en una de las primeras y más claras pruebas de que los monos poseen un sentido de la equidad.
2. Delfines
Los delfines viven en grupos sociales complejos, pueden reconocer a sus compañeros, interactúan de forma intencionada con los humanos y tienen una memoria impresionante. A principios de los años 2000, en un laboratorio marino de Honolulu (Hawái), los científicos estadounidenses Adam Pack y Louis Herman estudiaron hasta qué punto los delfines mulares podían interpretar las señales humanas. A dos delfines se les mostraron varios objetos, y el investigador señaló uno mediante gestos y con la mirada. En la mayoría de los casos, los delfines identificaron correctamente el objeto al interpretar esas señales.
Otra característica asombrosa es su memoria acústica y su sistema de comunicación. Cada delfín tiene un silbido propio, que funciona como un nombre que los demás usan para reconocerlo. Incluso pueden imitar el silbido de otro para llamar su atención. Su memoria para estos sonidos es extraordinaria: los experimentos demuestran que pueden reconocer estos “nombres” incluso después de haber estado separados durante veinte años.
3. Elefantes
Elefantes asiáticos
En 2006, científicos del zoológico del Bronx, en Nueva York, realizaron un experimento sorprendente. Colocaron un gran espejo frente a varios elefantes y les pintaron una marca roja en la frente. Una hembra, al mirarse en el reflejo, se tocó la frente con la trompa justo en el lugar donde tenía la marca.
La prueba del espejo se considera una señal de autoconciencia y se ha observado en humanos, grandes simios, delfines y algunas aves. Este experimento aportó más pruebas de la inteligencia avanzada de los elefantes e inspiró nuevos estudios sobre su memoria, sus lazos sociales y su empatía. Se sabe que los elefantes se consuelan y ayudan entre sí, e incluso muestran signos de duelo por la pérdida de miembros de su grupo.
Elefantes de la sabana africana
Los elefantes se orientan en enormes territorios con una precisión sorprendente. Recuerdan durante años los lugares donde hay agua y comida, y pueden guiar a la manada hasta ellos incluso cuando el paisaje ha cambiado mucho, por ejemplo, tras sequías o incendios.
Estos animales se comunican mediante “nombres” acústicos y sonidos de baja frecuencia —infrasónicos— que el oído humano no puede percibir. Gracias a estos mensajes, la manada coordina sus movimientos y se alerta mutuamente de posibles peligros a varios kilómetros de distancia.
Los elefantes africanos también tienen una habilidad única para distinguir el habla humana y evaluar posibles amenazas. En un experimento realizado en el Parque Nacional de Amboseli, en Kenia, los investigadores reprodujeron grabaciones de conversaciones de distintos grupos étnicos: los masái, que a veces entran en conflicto con los elefantes, y los kamba, que no representan peligro. Al oír las voces masái, sobre todo las masculinas, los elefantes se agruparon y mostraron claros signos de alarma, mientras que apenas reaccionaron ante las voces kamba.
4. Abejas melíferas
Son insectos muy organizados que se orientan con facilidad, recuerdan la ubicación de las flores y comparten esta información entre ellas. Lo hacen mediante la conocida “danza del meneo”, que comunica la dirección y la distancia de las fuentes de alimento tomando el sol como referencia. Por descifrar este comportamiento extraordinario, el científico austríaco Karl von Frisch recibió el Premio Nobel en 1973.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes es que las abejas poseen nociones básicas de aritmética. En 2018, los científicos demostraron que pueden asociar colores con operaciones simples: el azul significaba sumar uno y el amarillo restar uno. Los insectos eligieron correctamente los objetos con el número correspondiente de elementos, lo que demuestra que comprenden conceptos numéricos básicos.
5. Cuervos
Cuervos de Nueva Caledonia
Esta especie se considera una de las más ingeniosas entre los córvidos. En la Universidad de Oxford, se realizó un experimento en el que los cuervos de Nueva Caledonia debían sacar comida de un tubo. Podían elegir entre varias ramas de distinto grosor o un manojo de ramitas. Los cuervos seleccionaban la rama que mejor encajaba en el tubo o arrancaban una adecuada del manojo.
En otro experimento, un cuervo dobló un trozo de alambre en forma de gancho para sacar comida, aunque nunca se le había mostrado cómo hacerlo. Este estudio aportó pruebas sólidas de que estas aves pueden adaptar conscientemente objetos para realizar tareas concretas. Además, transmiten estas habilidades observando e imitando a otros, capacidades que antes se consideraban exclusivas de los primates.
Cuervos americanos
El investigador e ingeniero Joshua Klein diseñó una especie de máquina expendedora que entregaba nueces al introducir una moneda. Adiestró a cuervos americanos para usarla, y las aves aprendieron rápidamente la regla del intercambio, demostrando su capacidad para comprender normas nuevas y aplicarlas en su propio beneficio.
Otro experimento, realizado en la Universidad de Washington, analizó la memoria a largo plazo y la transmisión de conocimientos dentro del grupo. Los científicos capturaron cuervos usando máscaras especiales. Más tarde, cuando aparecieron de nuevo sin trampas, los cuervos dieron la alarma al ver las máscaras “peligrosas”, asociándolas con la experiencia negativa anterior, y alertaron a otras aves. Lo más sorprendente es que esta reacción se extendió también a cuervos que nunca habían vivido la captura, lo que demuestra que pueden transmitir información y experiencias dentro de su grupo.
6. Loros grises africanos
Son aves muy inteligentes, atentas a los cambios en su entorno y con una gran capacidad de reacción. Los experimentos también han demostrado que pueden razonar de forma más amplia y abstracta.
La científica Irene Pepperberg dedicó más de diez años a entrenar al loro Alex para que asociara palabras con objetos, incluyendo su color, forma y cantidad. A finales de los años ochenta, le mostró una bandeja vacía. Alex pronunció la palabra “none” (“ninguno”), demostrando que comprendía el concepto de ausencia y no solo repetía un sonido conocido.
En otros experimentos, se le mostraban pares de objetos y se le preguntaba si eran iguales o diferentes. Alex respondía correctamente una y otra vez, lo que evidenció su pensamiento abstracto: la capacidad no solo de reconocer objetos por separado, sino también de compararlos por su color o forma.
7. Pulpos
Considerados animales con una gran capacidad cognitiva, los pulpos tienen el sistema nervioso más complejo entre los invertebrados. Aproximadamente dos tercios de sus células nerviosas no están en el cerebro, sino en los brazos, lo que les permite coordinar con precisión sus ocho extremidades. En los experimentos, se colocaron pulpos en acuarios con frascos y recipientes cerrados que contenían comida. Al principio actuaban al azar, pero con el tiempo desarrollaban una secuencia de movimientos: abrían tapas y cierres, y cada vez necesitaban menos tiempo para completar la tarea, demostrando una clara capacidad de aprendizaje.
Pueden recordar lo aprendido durante más de tres meses. El olvido aparece de forma gradual: tras una semana, olvidan un 25 %; después de 24 días, un 50 %; tras 53 días, un 75 %; y después de 96 días, un 90 %. Aun así, para un invertebrado, esto se considera una auténtica memoria a largo plazo.
8. Sepias
Estos moluscos poseen una notable capacidad para analizar las situaciones. No solo se camuflan a la perfección, sino que también muestran comportamientos que antes se creían exclusivos de los vertebrados.
Científicos de la Universidad de Cambridge ofrecieron a varias sepias dos opciones: una pequeña porción de gamba cruda de inmediato o una gamba viva entera más tarde. Con el tiempo, los animales aprendieron a rechazar la recompensa rápida pero menos atractiva. Los investigadores consideran que esta capacidad de esperar un beneficio futuro es una base importante para formas de pensamiento más complejas.
9. Ratas grises
Son capaces de encontrar rutas alternativas hacia la comida, abrir cerraduras simples y probar diferentes acciones hasta lograr su objetivo. En 2023, investigadores del Instituto Médico Howard Hughes descubrieron que las ratas también pueden formar imágenes mentales de lugares, lo que sugiere que son capaces de imaginar.
En el experimento, una rata fue colocada sobre una bola giratoria, creando un efecto similar a una cinta de correr. Las pantallas que la rodeaban mostraban la imagen de un pasillo, dando la sensación de que la rata corría por él. A medida que se movía, la bola giraba y las imágenes cambiaban de forma sincronizada, simulando un desplazamiento por un recorrido virtual. La rata llevaba un pequeño casco con sensores que registraban la actividad cerebral. Incluso cuando dejaba de moverse, su cerebro seguía trazando el camino por delante, como si continuara avanzando mentalmente. Este descubrimiento ofrece una nueva visión de la imaginación, una capacidad que antes se consideraba exclusiva del ser humano.
F.A.Q.
¿Qué animal se considera el más inteligente del mundo?
Los chimpancés y los delfines. Los chimpancés usan herramientas, recuerdan acontecimientos pasados, aprenden unos de otros y muestran inteligencia social. Los delfines, por su parte, se comunican mediante señales, se reconocen en los espejos e interactúan de forma intencionada con los humanos.
¿Qué animal tiene el coeficiente intelectual más alto?
Aunque el coeficiente intelectual no se mide en los animales del mismo modo que en las personas, las especies más inteligentes suelen considerarse los chimpancés, los delfines y los elefantes. También destacan los cuervos y las sepias, capaces de resolver problemas que requieren lógica y memoria.
¿Qué animal tiene el cerebro más grande?
El cachalote posee el cerebro más grande, que pesa unos 8 kilos. En comparación, el cerebro de un chimpancé pesa unos 400 gramos y el de un ser humano alrededor de 1,3 kilos. Sin embargo, los humanos y los grandes simios muestran la mayor capacidad intelectual, lo que demuestra que el tamaño del cerebro no determina por sí solo la inteligencia.
¿Qué animal muestra el pensamiento más avanzado?
Los chimpancés, los delfines y los cuervos están entre los más destacados. Los elefantes tienen una memoria y empatía excepcionales, los cerdos pueden aprender y planificar estrategias, y las sepias demuestran autocontrol. Cada especie tiene sus propias fortalezas, pero los animales cuyo pensamiento se asemeja más al humano son los primates y los delfines.
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